
Poeta del amor
¿Que sucede cuando el amor habita
Otro cuerpo?
¿Quedamos vacíos
O sólo algo se retira de nosotros?
Digamos que el pecho se desprende
O que una parte del corazón se va quedando quieto
Hasta sonar como un galope recién nacido
En aquella otra piel que vuela hacia otro nido.
En esta historia
El amor se va diluyendo
Como harina en el agua sin destino
Que se ocupa para algún medicamento
Y desaparece por entero
Hasta volverse turbia y difusa.
Este es el castigo de amar
Sólo para que otro más vivo
Que el corazón enamorado
Se dedique a percibir
El ritmo peregrino de la hora
O el compás imperfecto del olvido.
Pero, así es la historia:
Uno va dejando jirones del amor
Por toda parte
Como si fueran señales de la nada
O simplemente banderolas
De aquello que no fue.
Y ya ves, cada uno va quedando ciego,
O se va apagando como una vela
Que recibe el viento de los labios
O a lo mejor se le van cayendo
Las estrellas al cielo de algún planeta
Inventado por uno de esos astrónomos desquiciados.
Entonces ya no hay más
Que declararse en bancarrota
Y ponerse ya desnudo y desnuda
A ver pasar por enfrente de la acera
A los niños que traen en los ojos
Al amor resucitado sin saberlo
Y lo que es peor metido en los huesos
Como una rara enfermedad
De una galaxia que tú y yo
Descubrimos en las madrugadas
Donde sorbíamos uno y otro
Los mismos pechos
Los mismos vientres
Y el mismo olor del sexo
Penetrando los incendios.
Otro cuerpo?
¿Quedamos vacíos
O sólo algo se retira de nosotros?
Digamos que el pecho se desprende
O que una parte del corazón se va quedando quieto
Hasta sonar como un galope recién nacido
En aquella otra piel que vuela hacia otro nido.
En esta historia
El amor se va diluyendo
Como harina en el agua sin destino
Que se ocupa para algún medicamento
Y desaparece por entero
Hasta volverse turbia y difusa.
Este es el castigo de amar
Sólo para que otro más vivo
Que el corazón enamorado
Se dedique a percibir
El ritmo peregrino de la hora
O el compás imperfecto del olvido.
Pero, así es la historia:
Uno va dejando jirones del amor
Por toda parte
Como si fueran señales de la nada
O simplemente banderolas
De aquello que no fue.
Y ya ves, cada uno va quedando ciego,
O se va apagando como una vela
Que recibe el viento de los labios
O a lo mejor se le van cayendo
Las estrellas al cielo de algún planeta
Inventado por uno de esos astrónomos desquiciados.
Entonces ya no hay más
Que declararse en bancarrota
Y ponerse ya desnudo y desnuda
A ver pasar por enfrente de la acera
A los niños que traen en los ojos
Al amor resucitado sin saberlo
Y lo que es peor metido en los huesos
Como una rara enfermedad
De una galaxia que tú y yo
Descubrimos en las madrugadas
Donde sorbíamos uno y otro
Los mismos pechos
Los mismos vientres
Y el mismo olor del sexo
Penetrando los incendios.
GALEL CARDENAS AMADOR