
Eran tiempos
De revoluciones internas
De mirarse
y sacar la pluma.
Eran tiempos
De raras sensaciones
De pico en mano
Y pala ancha.
Permeables al amor
nos dejamos llevar
Estamos solos
Lo sé
Lo palpo
como un tumor.
Como los senos turgentes
ante el deseo
de unas manos
que acaricien con pasión
y absorban el veneno
de algún desamor.
Eran tiempos
de permanente invierno
De silencio
De violenta muerte
que se oculta,
en el desarraigo
de su piel esquiva…