
Unir tu sombra
a la mía
Entrar
por tus pupilas
Hasta el fondo
de ese laberinto
Hallar
pájaros perdidos
tras vuelos rotos…
Silencios
heridos de muerte
Profanos caminos
a ninguna parte…
Tu oscuridad late
como el músculo erecto
que se despierta al deseo
Se mezcla sigiloso
en la maraña
de piel, pelo y cielo…
No hay salida.
Obra: "Sin salida" de María José Borrás